¿Cómo saber si un perro tiene cáncer? Síntomas

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El cáncer es una enfermedad que afecta cada año a un gran número de perros, llegando a ser una de las principales causas de muerte canina en la actualidad. Existen muchos tipos de cáncer y no todos son potencialmente mortales. Como su nombre indica, serán todos tumores malignos, por eso es importante saber detectarlos y comenzar un tratamiento adecuado.

Los síntomas serán variados dependiendo de la localización de los mismos. No obstante, siempre deberíamos acudir a una clínica veterinaria para que puedan confirmar la localización y pronóstico. 

Signos clínicos de tumores externos en perros

Buena proporción del cáncer que afecta a los perros va a ser detectable mediante un examen físico. Estos serán sobre todo cáncer de piel. Lo que encontraremos serán masas sobre piel o subcutáneo. Estos tumores pueden estar más o menos adheridos, ser de superficie más o menos lisa, de aspecto rugoso o no, ulcerados o no y de muy diferentes dimensiones.

De esta forma se presentarán los tumores en la zona perianal, como por ejemplo los hepatocarcinomas, en los testículos como por ejemplo Sertolinomas, en las glándulas mamarias, en la boca, orejas como carcinoma de células escamosas, en el subcutáneo lipomas o en toda la superficie de la piel como mastocitomas o histiocitomas. Tan solo fijándonos en nuestro perro y palpándolo regularmente es posible que los detectemos.

Por otra parte, la revisión veterinaria, como mínimo anual, incluye una exploración a fondo que también sirve para la detección de un cáncer con estas manifestaciones. Ya que aunque nosotros los detectemos en casa, serán los veterinarios quien mediante muestras de las masas nos confirmen el diagnóstico.

Signos clínicos de tumores internos en perros

El cáncer afecta de igual manera a órganos internos. Entre ellos, los que resultan dañados con mayor frecuencia son el bazo y el hígado. Por otra parte, tanto el hígado como los pulmones son órganos que con frecuencia se ven afectados por metástasis, sobre todo el segundo. El cáncer puede comenzar en una parte del cuerpo, pero conseguir reproducirse y afectar otras zonas.

En los órganos internos los tumores no resultan observables externamente, por eso el diagnóstico puede llegar ya en una fase muy avanzada de la enfermedad. Síntomas que tienen que hacernos sospechar son la pérdida de peso, apatía, vómitos, diarrea, ascitis, mucosas pálidas, disnea, debilidad…

Además, el cáncer es más común en perros de avanzada edad. Por eso es importante, no solo acudir a revisiones veterinarias, sino periódicamente explorarlo nosotros mismos en casa. A partir de los siete años es recomendable iniciar exámenes rutinarios anuales. Es ideal una revisión y, como mínimo, una analítica sanguínea.

Síntomas comunes en perros con cáncer

Al existir varios tipos diferentes de cáncer, los síntomas pueden ser también dispares y diferentes en función del tipo de cáncer que padezca. Por eso debemos fijarnos no sólo en lo que podemos o podríamos apreciar a simple vista, como masas externas, sino que debemos fijarnos en los síntomas sistémicos que pueda nuestra mascota exteriorizar. Estos pueden ser entre muchos otros:

  • Cansancio y fatiga injustificados
  • Pérdida de peso injustificada
  • Falta de apetito, inapetencia
  • Caída del estado anímico
  • Síntomas evidentes como las posibles masas antes comentadas.

Si apreciamos uno o varias de estos síntomas en nuestro perro, debemos acudir a un veterinario para que le realice un chequeo completo y nos proporcione un posible diagnóstico en caso de que haya tumor, ya que los síntomas pueden ser muy inespecíficos a veces.

Las pruebas habituales para saber si un perro tiene cáncer consisten en una analítica sanguínea, ecografía e incluso una resonancia o TAC en casos más complejos.

Cómo prevenir el cáncer

En la mayoría de casos, el cáncer desafortunadamente no se puede evitar. Es una condición que, agravada por algún posible factor externo, las células comienzan a proliferar descontroladamente.

Dependiendo del tipo de cáncer, sí habrá algunos factores que deberemos realizar o evitar para que esta condición no aparezca o se retrase lo máximo posible.

Castrando a nuestro perro o perra cuando el veterinario nos lo indique (normalmente entre los 9 y 15 meses de vida) evitaremos en mayor o menor medida la aparición de tumores malignos o benignos de aparato reproductor y en perras de mama.

Evitar que nuestro perro se exponga al sol durante las horas más fuertes y en prolongado tiempo, hará que disminuya en lo posible la probabilidad de aparición de carcinoma de células escamosas, especialmente los de capas blancas.

Sobre todo y lo más importante es acudir a un veterinario si apreciamos algún síntoma. Un diagnóstico precoz es media batalla ganada. Nadie te va a decir por internet si tu perro tiene o no cáncer, porque es necesario realizar pruebas complementarias médicas de precisión.

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