Ansiedad por separación en perros

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Son muchos los casos en los que cuando nos separamos de nuestro querido compañero de cuatro patas, este comienza a llorar, ladrar, aullar, hacer sus necesidades dentro de casa o simplemente a destrozar lo que encuentre por su camino. No es un comportamiento aislado, es una derivación del estrés producido por la separación de su dueño.

Solucionar esta conducta no es algo difícil en realidad, aunque si es un poco laboriosa. Debemos dedicarle tiempo y paciencia, además de seguir los consejos que a continuación mostramos para que nuestro perro deje de sufrir ese estrés que tanto le perjudica.

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¿Qué es la ansiedad por separación?

Es el nombre que reciben ciertas conductas desarrolladas por nuestros perros, las cuales se dan siempre que nos separamos de ellos. Es indiferente la edad que tenga (aunque por lo general ocurre más en cachorros), su raza, o que estén en casa, en un jardín o en una lugar ajeno  su entorno natural…. los síntomas son siempre idénticos o muy similares.

La ansiedad que sufre nuestro perro cuando nos separamos de el, es la que propicia este tipo de comportamientos. Desde ladridos constantes durante varias horas, aullidos o lloriqueo…. a importantes destrozos en su entorno.

Tenemos que entender que no es algo que el perro haga porque le gusta, en realidad lo pasan bastante mal en estas circunstancias. Por ello debemos dedicarlo un poco de tiempo, mucha paciencia y cariño a enseñarles a corregir ese comportamiento, empezando por nuestra propia conducta.

Mi perro lo rompe todo cuando lo dejo solo ¿Ansiedad o exceso de energía?

En realidad pueden ser ambas cosas o una mezcla de ambas. Cuando nuestro perro se queda solo y se aburre, o bien duerme o bien juega y se entretiene por su cuenta.

Pero cuando los juegos pasan a convertirse en importantes destrozos dentro de casa o en el jardín, debemos actuar y corregir. El estrés por separación puede derivar en estos destrozos que comentamos, bien por aburrimiento mezclado con ansiedad por la propia separación o bien para llamar nuestra atención y mostrar su disconformidad a quedarse solo.

El exceso de energía también puede derivar en juegos demasiado entusiastas dentro de casa o en el jardín, que deriven en destrozos. Poniendo en práctica las consejos que a continuación detallamos podremos corregir este comportamiento sea cual sea su origen.

Principales síntomas 

Si cuando dejamos solo a nuestro perro en casa observamos algunos de estos síntomas, es posible que nuestro perro sufra o esté comenzando a sufrir estrés por separación.

Podremos apreciarlos principalmente en cachorros, aunque pueden darse en cualquier etapa de su vida. Debemos recordar que estos actos son síntomas de la ansiedad y el miedo, no es algo que hagan voluntariamente.

Pueden presentar uno de estos síntomas, varios o todos a la vez.

  • Nerviosismo
  • Agitación excesiva
  • Balbuceos / salivación
  • Ladrillos, aullidos o lloriqueos
  • Vómitos
  • Destrozos en el hogar
  • Incontinencia

Cómo evitar y/o solucionar el estrés por separación

Hay varios factores que debemos tener en cuenta a la hora de comenzar a trabajar el estrés por separación: la constancia, la paciencia y la voluntad. Todos estos factores dependen única y exclusivamente de nosotros, por lo que si nuestro perro tarda más de la cuenta en corregir su conducta, debemos analizar que es lo que nosotros estamos haciendo mal (no nuestro perro).

Algunos perros tardan dos o tres semanas en corregir estos comportamientos y otros perros algunos meses, debemos ser pacientes y obtendremos buenos resultados.

  • Ejercicio y/o paseo:  Antes de dejar a nuestro perro solo en casa, principalmente cuando vamos a estar varias horas fuera, debemos sacarlo para que haga sus necesidades y gaste energía. Podemos dar un buen paseo o correr (o ir en bici / patines) junto a el, lo que buscamos es agotar un poco sus energías para que en casa esté más tranquilo.
  • Ignorarlo al salir: Antes de irnos de casa no debemos despedirnos de nuestro perro, ni cantarle, ni tan siquiera mirarlo. Simplemente saldremos de casa y nos iremos con total tranquilidad, pero si queremos despedirnos si o si… podemos hacerlo unos veinte minutos antes de irnos, para no tener que hacerlo cuando nos marchemos.
  • Ignorarlo al entrar: Cuando lleguemos a casa también debemos ignorar a nuestro perro, al menos por un par de minutos. Transcurrido ese tiempo, cuando veamos que esté tranquilo podremos saludarlo.
  • Romper rutinas: Entrar y salir de casa varias veces a lo largo del día, es una forma de romper su rutina. Obviamente saldremos, esperaremos uno o dos minutos y volveremos a entrar, todo esto sin nuestro perro e ignorándolo completamente.
  • Distraerlo: Algunos juguetes como los denominados «Kong», son muy recomendables para distraer a nuestro perro y que no se ponga tan nervioso. Estos juguetes permiten poner en su interior comida (casera o para perros), de forma que nuestro perro estará muy entretenido con el juguete intentando conseguir la comida.

¿Existen alternativas para corregir este comportamiento?

Si no disponemos de medios, tiempo o paciencia para poner estos consejos en práctica y solucionar los problemas mencionados, también podemos acudir a un veterinario etólogo.

Un veterinario etólogo es algo similar a un psicólogo para los humanos, capaz de detectar el origen de los problemas e indicarnos como corregirlos de forma concreta. Es muy recomendable acudir a un veterinario etólogo cuando detectamos problemas de conducta en nuestro perro, sean cuales sean.

Además, si fuera necesario el veterinario etólogo podría recetarnos incluso alguna medicación suave para ayudar a nuestro perro a no sufrir tanta ansiedad y miedo. Una vez corregido el problema realizando los correspondientes ejercicios, se podría retirar la medicación.

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